miércoles, 11 de abril de 2018

Entre Vox y la ultra, un Juego de Tronos social-patriota

Hace unos días buscaba gentes, que como yo, compartiesen afición por Juego de Tronos. La serie tiene elementos muy interesantes. Desde conversaciones evocadoras sobre el poder, la legitimidad, la hegemonía y la política que superan la media de lo que se suele ver en la caja tonta,... o en el ordenador.

Esta semana también he vuelto a evocar un interés que ya tuve en enero de 2017 por Vox. Uno de los objetivos políticos personales que he tenido siempre es que hubiese una representación española en el correspondiente grupo parlamentario próximo a los Le Pen en el Parlamento Europeo. Ni Ruiz Mateos lo represento en su momento, ni Vidal Cuadras creo que se hubiera sumado a los Le Pen si hubiera salido electo. Ahora parece que Abascal esta dispuesto a asumir esa tarea. Y es por eso por lo que apoyo su candidatura europea.

Se que Vox no representa el decálogo perfecto de lo que yo he defendido a través de mi trayectoria política. Aunque ya no se sabe donde tenemos amigos o enemigos. Esta semana también una antigua dirigente de PxL me sorprendía con unos enunciados en los cuales mis puntos de coincidencia también tienen sus claras estridencias. Pero la diferencia, repito, es que ahora Abascal (y ya se dice que alguien mas) podría sentarse en el Parlamento Europeo, y la ex-dirigente de PxL alcanza a unos miles de seguidores en Twitter.

En anteriores elecciones he apoyado a alguna candidatura. Bien promocionando las candidaturas presentes, bien animando a la participación, y por supuesto siendo candidato. Practica que pretendo seguir llevando a cabo por encima de siglas. Es por eso que en alguna de las últimas candidaturas que he estado he figurado como independiente porque no soy miembro del partido que la ha presentado.

Pero hay un detalle, y aquí es donde esta la nota especifica de esta entrada, que hay que aclarar ya. No podemos seguir practicando desde el mundo patriota un absentismo político. Un absentismo político que se basa en no salir del área de confort, cada uno de su propio confort. Y dejar por otro lado que "otros" hagan el trabajo. Me llama la atención en que en algunos comentarios a mis anteriores entradas algunos comenten en lo que se "debe hacer" en vez de plantear sinceramente la cuestión en primera persona "que puedo hacer yo". Insistí en este último tema en los debates que se realizaron el el Seminario de Metapolítica del Escorial de hace poco mas de un año. Y creo necesario recordarlo. Somos lo que hacemos. Lo que hacemos cada uno. Y no podemos pedir a los demás que nos lo hagan. El detalle es que si queremos que Vox deje de tener determinados "tics" o que cambie la orientación en algunos temas no podemos esperar a que lo hagan otros, lo hemos de hacer cada uno de nosotros. De aquí al superdomingo (26-5-2019) tenemos tiempo.



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